martes

35ª !Sin salida! Atrapados por la secta.

Son enseñanzas "literales" que nos daba del propio Líder 





34ª El Reino del Anticristo y la Gran Prostituta del Apocalipsis



Sobre el año 2007 el mundo moderno pasó a llamarse también El Reino del Anticristo. Caracterizado por:

-El odio al bien
-La soberbia
-La codicia
-La lujuria abominable (que no era como la lujuria antigua).

Este reino estaría compuesto por hombres y mujeres modernos que practicaban una maldad nueva. 
Loa hombres eran adoradores de la tecnología y la industria, su soberbia se manifestaba en el punto transgresor de construir máquinas y aparatos tecnológicos. Con los cuales hacía la vida mas confortable y llena de apego y comodidad. Así el hombre contribuía no solo a destruir el medio ambiente si no a destruir la mente mediante el uso de la tecnología que perjudicaba enormemente a la virtud y a la virilidad del hombre, haciéndolo dependiente del placer y soberbio por construir ingenios. El hombre así perdía su humildad como criatura de Dios y se volvía un hombre tecnosalvaje.
El hombre moderno adorador del progreso se ponía así el anillo abominable. Ese anillo estaría dividido en dos: por un lado el apego a la tecnología y por otro lado el apego a la mujer moderna, que pasó a ser La Gran Prostituta del Apocalipsis.

La Mujer Moderna, era distinta. Ella era adoradora de la Bestia. Ella convertida en la Gran Ramera del Apocalipsis iba montada en la bestia de siete cabezas que representaban los siete pecados capitales. A sus pies estaban los reyes de la tierra en pleitesía, esos reyes era los hombres modernos, caídos en los pecados, y ellos adoraban a la mujer.

La lujuria abominable se refería a esa nueva relación entre hombre moderno y la gran prostituta. Se componían de muchas cosas como el ligoteo, el filteo, el halago del hombre a la mujer y su sometimiento a ella a cambio de placer, las discotecas ect.

El hombre moderno cedía su vara de mando a la mujer moderna a cambio de placer y esta no se lo daba a no ser que él renunciase a su virilidad. El hombre moderno quedaba convertido así en un tirilla, un burro domado, o cualquier otro calificativo despectivo. Era así una vergüenza y en las largas sesiones de enseñanzas durante años el líder nos ponía películas donde se veía el filteo y el ligoteo, y se veía por tanto a hombres de poca talla moral y sin virilidad.

También nos ponía vídeos de mujeres modernas, cantantes por ejemplo y de como estaban endiosadas por los hombres, que sabían mucho pero callaban por su apego al placer que ella les brindaba mientras ellas se creían toda la mentira. Los hombres también desarrollaban orgullo, perdía su virilidad pero se convertían en unos niños guapos, en nenes creídos, y por tanto no solo recibían lujuria sino también vanidad  como regalo de adorar a la mujer moderna.

"Ganar a la mujer moderna es perder el alma" decía el líder en no pocas ocasiones. También decía : "Estamos comprendiendo lo que realmente es el mundo moderno" y "El reino del Anticristo: el misterio del mundo moderno".



Que decir de todo esto. Para mi empezaron los años mas tristes de mi etapa sectaria. Se acabó todo, el salir por la noche donde solo habían relaciones abominables, el querer tener novia, el relacionarme con la gente de afuera mas allá de lo estrictamente necesario. El querer encontrar al amor de tu vida, el disfrutar de montar en moto o utilizar cualquier aparato tecnológico. El mundo que conocía literalmente se estaba yendo a la mierda y si ya el aislamiento en los años anteriores era grande de ahora en adelante empezaría a ser brutal. 
Estamos sobre el 2007, piense el lector en como desde los comienzos fue todo endureciéndose. De lo que podía ser una etapa anterior: el pozo del pecado se pasaba a la nueva etapa de misterios de la modernidad que también él lo llamaba  "misterios de iniquidad". Todo contado con numerosos e interminable ejemplos y conclusiones en muchas, muchas horas y años de enseñanzas sobre la modernidad.

En el siguiente capítulo pondré un gráfico que hice al salir de allí para curarme y ver la rueda de sufrimiento sin salida. La única salida era quedarte allí y seguir las directrices del líder que así terminaba su tarea de encumbrarse en la cúspide como interpretador de signos y misterios, y de como al no haberse integrado nunca en la modernidad quedar indemne. El líder fuera de todo tipo de pecados abominables y nuevos estaba en la parte más alta de la jerarquía. Si a eso añadimos el sistema de castas que se implantó el lector puede imaginarse el gran sufrimiento que soportamos todos, hombres y mujeres.