Foto de aquellos años, el líder es el que está tachado. |
Esa foto es realmente triste, pues el líder está echando su brazo en plan amigo a un hombre al que destrozaría la vida, lo separó de su mujer que se fue con el líder y tuvo dos hijos, es Jimmi. No podíamos saber la tragedia que se estaba mascando, el líder ya habría echado el ojo a sus víctimas pero mantenía el tipo en plan buena persona. Había mas gente que venía y que no salen en la foto, el centro estuvo abierto desde que lo conocí unos 3 o 4 años, y cada viernes podían venir gente nueva.
Estaba la gompa adornada con tankas budistas, algunos muy caros, y fotos de muchos maestros. El lama Peter, el lama fundador, el lama J...ect y lo más gracioso que ya comenté en otra entrada:
Una foto del líder en actitud de reverencia a uno de los rimpoché (maestro precioso) que venía al centro.
Todo era muy budista y el líder acostumbraba a dar las enseñanzas sentado en una tarima, encima de un cojín de meditación budista con la piernas cruzadas, la que se ve en la foto. El tío aguantaba así las dos o tres horas de las sesiones de los viernes, para mí en un principio eso era loable.
Como se ve bien, el paripé estaba muy bien montado.
Después de las enseñanzas, aún el centro era mixto, había preguntas al líder. A veces se formaba una pequeña cola para consultarle cosas. Esto debía de encantarle a su enorme narcisismo, pero todo esos gustos los ocultaba bien. La verdad que tenía cierto magnetismo y empatía como he explicado en otras entradas.
En aquella época magnifica para el líder, se hacían los mantras y cánticos ordenados por el Lama fundador pertenecientes a su linaje budista. También se hacía una sadhana de curación...en fin, todo muy bonito.
Bueno pues en un día como esos yo, como solíamos hacer muchos y muchas, me puse a consultar al líder. Mis cosillas y problemas, la verdad que buscaba su consejo, en un principio él era como un maestro para mí, además me escuchaba atentamente, con él podía hablar. Ni que decir tiene, que en aquellos años él estaba recabando información muy valiosa, pero nosotros no éramos conscientes.
Bueno y entonces vino uno de los primeros mazazos a mi autoestima. No me acuerdo porqué pero el líder me señaló que yo estaba en grado de soberbia de singuralidad. Porque en aquellos años budistas, en los últimos, ya se empezaba a hablar de los grados de soberbia de San Bernardo.
En fin, me quedé estupefacto y muy jodido, tanto, que el líder le quitó un poco de importancia, como que eso tenía solución.
Yo había pertenecido a una tribu urbana, y de ahí mi singuralidad.
Me acuerdo que eso me lo dijo en la habitación dormitorio de la casa de la gompa, que era un viernes de enseñanzas y que aun el centro era mixto.
Dice el refrán que cada maestrillo tiene su librillo, y este tenía una buena técnica con los grados de san Bernardo. Es curioso como en aquellos años tempranos de la secta solo me acusó de singuralidad, o sea, alguien que quiere diferenciarse y destacar. Después como explico en otra entrada me señalaría todos los grados, en verdad eso lo hizo con todos los miembros. De la simple singuralidad pasé al hábito de pecar, onceavo grado, y si nos llamo psicópatas a todos evidentemente estábamos en el doceavo (ateísmo y falta de conciencia). Pero en aquellos años no podía decir eso, era demasiado pronto, tenía que ir paso a paso demoliendo.
Aquello fue una de las primeras rayadas importantes para mí, además como era el día de enseñanzas y prácticas fue verdaderamente amargante.
Pero el terror de verdad vendría después, en los años siguientes.
Todos los que salen en esa foto, incluido yo, lo pasarían bastante mal...y algunas mujeres de ahí aún no han salido de la secta. Pero en esa foto sobretodo las mujeres estaban muy sonrientes al igual que el líder, todo era así, sonrisas y buen rollo.
Una foto de recuerdo de lo que fue una secta, una de las tantas sectas que hay en el mundo. Grandes o pequeñas, da igual...están cargadas de historias como la de este blog.