111ª La Armonía Perfecta cuando no hay pecado.

En aquellos años de la etapa central de la secta, habíamos quedado para recibir enseñanzas en la casa de una de las discípulas del falso maestro (que por supuesto no estaba cuando llegamos los hombres). Me acuerdo de que cuando los hombres nos estábamos acercando por la calle al piso en concreto, vi al falso maestro asomado en el balcón mirando a la calle. Tenía una expresión de rostro que nunca olvidé. Estaba muy serio, como juzgando a toda la humanidad desde arriba en su balcón, su mirada acusadora no era muy agradable de ver. Pero lo que más me llamo la atención era la impresión de verle con una cabeza más grande de lo normal. Con esas cejas pobladas que tenía, esa cabeza grande de rostro serio y acusador el falso maestro parecía emanar una anormalidad, destacaba mucho con el resto de la gente de la calle y cuando lo vi y sentí así, pensé: enseñanzas duras y problemas, ya verás.


El caso es que lo que más recuerdo de las enseñanzas de ese día fue el tema de que si se dejan los pecados mortales atrás, la vida como si fuera una máquina perfecta, en sus tiempos, las tareas e incluso los placeres legítimos después del esfuerzo, la vida era maravillosa, llena de felicidad. Era como un reloj perfecto, una armonía musical que daba felicidad. El falso maestro relacionó la armonía musical con esta armonía interior y como todo estaría así, en armonía, como una buena composición de música. Era bueno en sus discursos y no estaba del todo equivocado en cuanto al tema de los pecados, pues al ser errores es cierto que no dan felicidad.


Tengo que reconocer que ese día me gustó en cuanto a enseñanzas, me parecieron útiles y salvo el detalle de la cabeza anormal y acusadora que vi al principio, fue todo bien. Daban ganas de practicar más la virtud.


Ahora bien. Puede preguntarse el lector/a, ¿que hace un ser tan viciado hablando de virtud?.
Si, es extraño, una gran contradicción, ni era maestro reconocido, ni santo, ni nada. Más bien había usurpado un puesto haciendo pasar por lo que no es. ¿Que busca el falso maestro con esto?.

Pues apretar, crear exigencias, que abandonemos nuestras vidas por la causa y tensar. Mirando nuestro reto interior de dejar los pecados no veíamos lo que podía estar pasando fuera de nuestras narices. Nadie podía imaginar que él estaba haciendo justo lo contrario que enseñaba. Y además lo más importante creo yo para un manipulador sectario:


Las víctimas persiguen ese perfeccionamiento que realmente nunca va a llegar, pues el falso maestro va a acusar o crear conflictos de falta de perfección en las víctimas, y sacar por lo tanto, más faltas durante prácticamente toda la vida sectaria. Como nunca se llega a ese perfeccionamiento, ello crea una frustración y yo creo que un "efecto rebote" que el falso maestro va buscando realmente. El acólito cansado y frustrado termina por ejemplo bebiendo, viendo porno, comiendo en exceso o cualquier cosa...y así el falso maestro tiene lo que quería: o sea un pecador para él miserable al que señalar para él mediante sus auto-engaños personales sentirse superior*.
Hay que tener en cuenta con esto que digo una cosa. Básicamente todo aquello se fue convirtiendo en un sistema "obsesivo" con la perfección. Y de tanto hablar del peligro de la mujer y el sexo hacían que esto tomara una posición de suma importancia. ¿No sería realmente lo que buscaba el falso maestro?. Pues se puede decir que el estaba obsesionado con las relaciones sexuales promiscuas y su pecado consiguiente. Si el lector/a lee algo sobre la influencia del demonio en la literatura cristiana, va a ver que la obsesión es una de la maneras de atacar que tiene, al igual que la tentación. Y esto nos lleva al tema de que los extremos se tocan...tanto hablar de virtud y castidad puede que realmente este destinado a otro fin, el de obsesionar con el sexo, y al igual así con cualquier exceso. Como me dijo una ex-víctima mujer: el sexo allí era muy importante. 





Bueno pues así nos fue la vida, muy bonito, si, la armonía musical, la vida perfecta, dejar los pecados...

¡Vete al cuerno farsante!.


*Lo explicado en los capítulos 53ª y 31ª  desarrollan de forma más amplia estas exigencias de pureza abocadas al fracaso de esta secta, y que puede servir para comprender a otras sectas.