miércoles

76ª Y Llegó lo Inevitable: Tengo Novia y vivo en una casa.


Intentando retrasar el momento de decirle al falso maestro (líder) el hecho de que yo tenía novia, hice algunas tonterías las cuáles hice debido a la enorme presión que ya tenía.

Resulta que Jp y el líder habían quedado conmigo para ir al cine. Pero resulta que yo me había mudado de nuevo hace unos meses sin decirle nada a él. O sea, que en una secta en donde todo el mundo le pedía permiso para todo, hasta para poder comer los acólitos juntos entre ellos en alguna casa, yo no solo no le había dicho que tenía novia, sino que además estaba viviendo con ella en otra casa y que encima me había mudado a una nueva. Cuando por el sistema de castas que había, nosotros teníamos que pedirle permiso para viajar a otra ciudad: Ningún artesano sale sin el permiso de su señor feudad (palabras textuales de él). Yo me había saltado todas esas reglas y además estaba con una mujer...

El caso es que hice la tontería de, como el cine era en otra ciudad (que curiosamente es donde yo estaba viviendo sin él saberlo), me bajé a la ciudad donde supuestamente vivía yo con mis padres. Ellos me recogían en coche, íbamos al cine, me traían de nuevo y yo cogía de nuevo mi vehículo y con nocturnidad y alevosía me volvía de incógnito a la otra ciudad...¡Y una mierda para mí!. Al final me pilló y se descubrió toda mi realidad.

De vuelta en el coche, él empezó a preguntarme por mis gatillos. El pensaba que tenía los animalillos de siempre, lo que no sabía es que yo en mis nuevas casas había metido a un montón de bichos abandonados pues nos daban mucha pena. 
Insistía mucho, y yo evadía el tema: bueno están bien, bla ,bla...
Y él seguía igual insistiendo, está claro que algo se estaba oliendo.
Al final llegó que era inevitable: Le conté toda la verdad, toda, toda, ya no podía seguir mintiendo más, me sentía fatal.

Bueno, el mundo se me cayó encima. No se como pude aguantar el momento. Que momento mas horroroso. Tuve que actuar rápido, sabía lo que iba a venir...
Cogí rápidamente y con tenacidad le dije que mi novia era tradicional, que tenía un confesor e iba a misa. Así puse un coto al tema de que dijese que la dejase por ser moderna. Así lo puse en un aprieto a él...menos mal que tenía ese as bajo la manga, pues recordemos que  tiempo antes le dije a ella que se buscase un confesor sabiendo lo que iba a venir. Otra me hubiera mandado al carajo, pero ella no lo hizo.
También al decirle lo de los tantos animales, estaba sugiriéndole, con el montaje que tengo ya en mi casa no pienso dejarla, son ya muchas vidas a nuestro cargo. 

Bueno, bueno...horrible. El mantuvo la calma y a la llegada a la ciudad yo me sentía fatal, muy mal...Salimos del coche y él se vino a hablar conmigo y me dijo airado: si es que los signos ya lo decían, solo podéis recibir los hombres enseñanzas de dejar atrás la gran prostituta, el reino del anticristo y todas las abominaciones....

Yo me quedé fatal, como siempre, pero ya no había vuelta atrás. Le dije que me vine con ellos porque tenía que coger una cosa de casa de mis padres debido a la mudanza, y me volví a mi casa nueva. Y pasé una de las peores noches de mi vida. Fue tanto sufrimiento que parecía ya no estar en este mundo, la mente hiper-cansada parecía como que si se disolviese en una nada de horror y desesperación. No se como me quedé dormido, estaba hecho polvo y mi novia se daba cuenta del enorme sufrimiento que tenía.

Miraba a mi gatita negra que había rescatado con mucha culpa, vi a mis animales, mi casa...mi novia hecha polvo, aguantando sin saber el alcance de donde yo estaba, todo el chaparrón. Pero aún así, yo estaba decidido a no dejar a nadie...ya no había vuelta atrás. El momento de la revelación de mi verdad había llegado, ya solo quedaba esperar las represarias. Y digo que llegaron...y bien que llegaron: las terrible últimas entrevistas fueron una de ellas.

El último intento del líder para demoler mi vida...intento fallido como cuento en los capítulos 47ª Desperación y 48ª Estado de Guerra, y consolidación definitiva de mi rebelión.

Me alegro de haberte jodido aquella noche, solo fue un poquito comparado con lo que tú has hecho a todo/as y a mi. Me alegro de no haber dejado a mi novia, ni mis animales, ni mi casa. Por todo ello fuiste después a acusarme. Todavía no has recogido ni una milésima parte de lo que vas a recibir por haber destruido tantas personas, parejas, casas, vidas y proyectos...

Sigue con tu rollo y auto-engaños, que al karma eso le da igual. Esa noche en el cine intentaste otra vez meterme en la cabeza que el mundo se acaba ( era antes de que yo le dijese que estaba con una mujer), todo tu plan se fue a la mierda...notabas algo pero no sabías que lo que había detrás era más gordo de lo que pensabas.