martes

45ª El Cerebro Sangrante y la Tortura Psicológica



En la época ya de años en la secta, tuve la equivocada idea de como hice muchas veces contarle mis sueños al líder.
En este caso era un sueño en el que él me llamaba por teléfono, en ese momento surgía una escena de un "cerebro sangrante", lo veía desde arriba y yo le decía: "esa es mi mente".

Él me hizo la interpretación en una de las numerosas de enseñanzas con los hombres. Resulta que mi mente estaba así a causa de los daños que me habían hecho las mujeres al relacionarme con ellas.


Ni que decir tiene, que todo se puso en mi contra aún más, el tema de renunciar a tener pareja con esto del sueño se materializaba aun más. Por haber estado en el mundo moderno y haber aceptado el trato despectivo de la mujer moderna mi mente estaba dañada.

Aun así, yo pensé que de todas formas el cerebro lo veía desde fuera, con lo que el daño estaba en un nivel externo  y mi mente profunda lo observaba inafectada, pues en el sueño yo estaba tranquilo como si nada. Ese fue el recurso que tuve que utilizar para no tomarme muy en serio lo del cerebro sangrante, pero aun así me sentí mal. Mas limitaciones a mi libertad, esa que Dios nos da y que alguien al mismo tiempo te la quiere quitar.

Bueno, después de salir de allí y en mis años de reflexión sobre la secta, he pensado que el cerebro sangraba porque él mismo me estaba haciendo daño, era el daño de secta. Lo demás eran un juegos de niños comparado con todo ese tinglado, y es que cualquier cosa de la vida, menos cosas muy graves y extremas, es nada comparado con el sufrimiento que te provoca el verte asfixiado por un líder sectario, y digo asfixiado porque realmente me sentía así, como si te dieran un puñetazo en la boca del estómago. Recuerdo un día, en otra conversación con él, que me dijo que no era bueno quedar para salir con una mujer y  que debía estar solo por lo del tema del guerrero, que se me cortó la voz, así tal cual, literalmente no pude hablar en unos segundos. 

Volviendo al tema de el sueño, creo que éste me estaba avisando: Ojo con tu mente, está herida, pero realmente era por estar allí dentro, en esa cárcel psicológica.

Y este tema del sueño entronca con otro tema. Él me dijo unos años antes un día, después de que tuviéramos una conversación en una tetería, que yo presentaba síntomas de tortura psicológica. Como la que tienen los indígenas por ejemplo al conocer al hombre blanco. Me dió una práctica en la que tenía que visualizar situaciones de acoso pero desde fuera, como si viese una película, y así me curaría.
En fin, realmente no sirvió para nada. Por mucho que hiciese si después en las sesiones de enseñanzas nos volvía a recordar la cantidad de pecados que se cometen en la modernidad, no queda mucho sitio en tu mente para ser feliz. Todo era un maldito juego perverso, te doy la solución y luego te creo el problema. 


Ya que los errores pasados que provocaron esos daños eran en su mayoría consecuencia de la relación con la mujer moderna, con la cual solo te relacionas pecando y siendo interesado al ceder tu vara de mando por los placeres de ella, lo que era una situación de víctima de acoso se convierte en que yo era un pecador también.



Así siempre quedas mal, y el sentimiento de inutilidad y pequeñez era enorme. Él muchas veces daba enseñanzas "reafirmantes": el honor de ser hombres, la nobleza, la virilidad...y bla, bla, bla. Pero después lo echaba todo por tierra con contramedidas recordándonos lo poco hombres que habíamos sido.
El resultado es nefasto, como si se fuese andando por una cuerda floja, no sabes de que lado vas a caer, estás inestable todo el rato a consecuencia de las rachas de vientos negativos y positivos por ambos lados. En esa confusión mental él tenía carta ancha para meter mas fobias y condicionamientos.

Por otro lado, en mi caso y de una manera mas bien automática, iba viendo que el precio de confiar en él me salía cada vez más caro. Con el tiempo iría rebajando mucho el tener confidencias con él. Sabía que yo acabaría dolorido y estaba empezando a cansarme mucho. Es más, el resultado final de todo esos años fue una depresión, pero de eso quizás hable en los capítulos finales dedicados a mi salida de la secta.

Los puntos de vistas extremos de la secta no correspondían a la realidad, él siempre introducía en nuestra mente la dualidad: tradición/mundo moderno pero sobretodo mujer moderna/mujer tradicional. 
Cada secta tiene sus demonios, utilizados para meterte miedo a salir de allí. Además así te sientes inseguro contigo mismo al no verte capaz de lidiar con un mundo demonizado en la cual la mujer moderna cabalga a sus anchas.

Realmente en la vida como me dijo una buena amiga, hay tonalidades, ni todo es tan oscuro ni todo tan claro, las personas tienen grados y colores y las hay de todo tipo. En la secta no, todo es blanco o negro

Él así, estaba atrapado en su dualidad, y ni el pasado era tan malo como él lo pintaba ni tampoco el tema de haber tenido relaciones que no fueron bien era tan importante. Es cierto que sufrí situaciones de desprecio o que más bien no llegué a entender, ¿pero a quien no le ha pasado alguna vez?. La vida es así y obsesionarse con el pasado no es nada bueno. Lanzando él las cadenas hacia un pasado negativizado conseguía encadenarnos a él mismo, que es lo que realmente quería.
Como una vez dije a una persona que fue víctima de allí, el con nuestras miserias tiene la masa para hacer su pan

Pero realmente,¿era todo para tanto?. Evidentemente no, la vida simplemente no es perfecta y todos nos equivocamos. Un tipo así te quita la oportunidad de equivocarte, porque realmente se siente perfecto, y como no se ve fallos a causa del apego a si mismo que se tiene, es duro e implacable con los fallos o supuestos fallos ajenos. Ya que él no los tiene y nunca los ha tenido,  no habiendo cometido  jamás un solo pecado mortal, como solía decir a menudo, no tolera en nada que los demás los tengan. Esos "demás" son así seres inferiores y débiles, pobres diablos que cayeron en la indignidad de tener una novia, mientras él mismo, tenía a muchas esposas espirituales que lo necesitaban para salvarse...habían estado con "hombres modernos", y claro esos daños había que quitarlos de alguna manera. Por supuesto solo Don Perfecto tenía la solución, pero de eso me enteré después, y la verdad, es un asco...bueno en verdad, todo ha sido un asco.