sábado

83ª Duelo



Tomar conciencia totalmente de que has sufrido un engaño, de que te equivocaste, de que tu admirado maestro es un farsante, es duro para eso que llamamos ego. El ego promovido sobretodo por la secta se cae, se nota como eso que de alguna manera y con alguna intensidad amabas y aferrabas lo dejas atrás.

Para mí la fase de duelo fue dura para mi importancia personal (pero nada que ver con la dureza de la secta ) pero como por otro lado, en la misma secta también se renunciaba a muchos aspectos de nuestro ego, me lo tomé como: Bueno pues otra renuncia más...

Te sientes estafado, engañado y me acuerdo que el psicólogo en vez de apuntillar mis errores me dijo algo de gran ayuda: No te culpes tú no podías saber todo eso. Realmente eso le puede pasar a cualquiera. 

Mueres a tu ego sectario, al elitismo, a ser parte de un camino especial...siempre queda un rescoldo de ego oculto, de orgullo al pasar por un sitio así. En la fase de duelo lo vi, es como una serpiente escondida en tu casa y que un día la descubres...

82ª Rabia



Cuando fui tomando conciencia de los abusos del líder me fue llegando una fase de rabia. Con la comprobación por parte mía de la veracidad de las víctimas mujeres y por supuesto con la aceptación del daño que me había hecho a mi, sobretodo en lo que fue mi tratamiento psicológico, pasé a un estado de enfado. 

Habrá quien piense que no hay que enfadarse, es verdad, pero no hay más remedio que pasar por esta fase de rabia, enfado y ganas de hacer justicia. Y por cierto un porcentaje de los que afirman que no se enfadan por nada, lo hacen por hipocresía. Les interesa más la imagen de perfección que dan a los demás que el hecho injusto del cual tienen constatación. Siendo o no de estos tipos hipócritas si uno o una pasa por una secta y al salir no se indigna por lo que ha pasado, para mí no es que ya está fuera y curado, para mí es que simplemente no quiere ver la realidad de aquello por alguna pasión o algún tipo de interés.
Unos serán mas temperamentales, otros se indignarán de una manera más racional, pero cualquier persona que sea honesta no dejará nunca de reaccionar ante cualquier tipo de abuso.

La fase de rabia por la que pasé formaba parte de mi camino, fue solo eso, una etapa,  en la que tomé conciencia de hasta donde llega una mente retorcida. Con el tratamiento psicológico en un centro especializado en sectas fue pasando por esta etapa de rabia y asumiendo lo había sufrido. También fui aprendiendo del experto en sectas como funcionan y como son sus líderes, formaba parte de mi curación. Y como el saber no ocupa lugar el que al menos mi error de caer en una secta sirviera para aprender algo me vino muy bien. Allí por esa fase de enfado fui pasando hasta llegar a una siguiente fase...el duelo.