domingo

79ª La importancia del Mandala y los condicionamientos que Provocaba.


El Mandala era una especie de construcción con unos fines Teúrgicos a la cual estábamos todos los miembros de la secta destinados a ayudar a construir. 

Era algo muy beneficioso para ayudar a este mundo y sus efectos benefactores harían un tránsito menos violento ante los efectos que provocaría de destrucción del mundo moderno además de que sentaría las bases para un nuevo mundo tradicional que vendría en no mucho tiempo. 

También el Mandala mantendría las semillas kármicas para que en el próximo ciclo de la humanidad se mantuviesen los aspectos tradicionales afines al mandala y no se perdiesen en el cambio de ciclo, todo según el líder.

Tengo que decir que aquí había una sustracción de las enseñanzas antiguas que ya hablaban de los ciclos de la humanidad en concreto cuatro edades: Edad de Oro, Edad de Plata, Edad Bronce y de Edad de Hierro, de las que Hesiodo hablaba en la antiguedad. Esta enseñanza tradicional que yo sigo creyendo estaba ya en el hinduismo:


Satya Yuga (edad de oro)
Treta Yuga (edad de plata)
Dwapara Yuga (edad de bronce)
Kali Yuga (edad de hierro)


También el budismo acepta la enseñanza de las cuatro edades del mundo. Evidentemente al estar en la última edad o Kali Yuga, el mundo moderno no es más que un estado avanzado de esa edad.
Por eso el mandala era muy importante y no se negaba en la secta la importancia de otros centros espirituales que ayudasen en esta tarea de auxilio a la humanidad que va en un claro proceso descendente. Nosotros éramos un centro más de los muchos centros espirituales, y nosotros teníamos nuestra respectiva función. 


El líder se encargaba como maestro que era, (que realmente no era), de mediante indicaciones del espíritu, ir ordenando la construcción de este mandala. Por eso decía aquello de: Ya es hora de que se construya el mandala de esta divinidad. Pero tengo que decir que al principio no decía de él estas cosas. Esta claro que cuando nos vio estando atrapados en su red él iba mostrando su verdadera intención: La adoración de él mismo.

Esta fue una de las causas que me costó tanto trabajo salir de allí: Sentía que si yo fallaba todo iba a ir muy mal. Y tengo que decir que él insistía mucho en que todos éramos muy importantes en esa tarea (recordar capítulo 6ª LLamados por el Espíritu), y que si alguno faltaba a su deber las consecuencias serían desastrosas porque fue Dios el que nos llamó a esa honorable tarea.

Todas las casas de la secta menos la mía y la de algunas personas más formaban parte del mandala. Pero con esto debo contar que tuve un sueño en el que veía la casa de mis padres decoradas en plan mandala. Pero ese sueño nunca se lo conté al líder, creo que yo ya tenía miedo a perderlo todo y sabía que eso sería un signo según él de que debía donar esa casa a la secta. Yo creo que lo que en el sueño vi era el plan del líder, porque era un sueño muy nítido. Todo esto de no contarle el sueño añadía mas culpas a mi vida porque entendía que estaba guardando cosas por interés, aunque mi corazón me decía que no se lo contase. El seguir la intuición y no seguir la mente programada por la secta me ha salvado de muchas cosas, aunque la mente programada seguía funcionando por si sola causando mucho pesar.

El Mandala y su función era la parte de la secta que más me gustaba, pero quizás me iba dando cuenta de que el comportamiento abusivo del líder estaba empañándolo todo, y de ahí mis recelos y desconfianza a dar aún más de mi.

El lector debe intentar de comprender que en mi experiencia en la secta había dos mentes funcionando en la etapa final. Una era la programada y la otra era la que poco a poco se iba dando cuenta de algunas incongruencias. Y la una y la otra se iban influyendo y chocando entre si.

El líder se tiró varios años bombardeándonos  con la importancia del mandala mientras al mismo tiempo iba inoculándonos miedos, fobias y condicionamientos muy "dualistas" que alteraban nuestra visión del mundo.

Dejar el mandala al salir de la secta no fue fácil, la inercia de la mente programada seguía actuando y causándome miedo, angustia y culpa.