115ª Quien abandonaba el Dharma: Existir sin Ser

En este blog poco a poco voy incorporando detalles de enseñanzas y anécdotas, la cantidad de presión en la secta fue enorme. Si la enseñanzas, o sea la programación mental, fueran solo duras o fuertes, nadie se hubiera quedado en la secta. 
La astucia del líder fue precisamente esa, teniendo una meta totalmente destructiva para todos utilizó un maquiavelismo muy desarrollado.

En las enseñanzas que consiguió desviar o por decirlo de alguna manera, corromper, estaban aquellas relacionadas con el aspecto ontológico, o sea, lo concerniente al Ser. Y también el aspecto budista de la vacuidad (vacío de existencia inherente o por derecho propio de las personas y cosas).

En aquellos años el sucesor (que era un chaval) estaba desviándose del sendero ético de la secta.  No estaba siguiendo las enseñanzas y esto dio lugar a enseñanzas que nos daba el líder.
Con respecto a este asunto nos habló de que a consecuencia de no seguir tu destino, o sea el dharma, se vivía sin sentido:

Una vida con existencia pero sin Ser

Esta enseñanza para mí fue un verdadero problema y nunca la olvidé. Si no se seguía el dharma, o sea el camino de la secta, se existía pero sin ser, o sea la vida era así una pura virtualidad, una absurda y aburrida mundanidad en la que solo quedaba ser arrastrado por los intereses y problemas del mundo, de las parejas...ect. Una vida sin sentido, una existencia sin nuestro ser real.

"No es lo mismo existir que Ser", nos señalaba en aquellas enseñanzas el líder, apuntando el caso del sucesor aprovechaba para decirnos los peligros de abandonar el dharma. 
Este es un claro punto de control mental, la dispensación de la existencia, o lo que es lo mismo: fuera de aquí no es que vaya a salir solamente todo mal, es que no vas ni a SER.

El líder escogió las enseñanzas relacionadas con el Ser, el atman de los hinduístas, y las utilizó para amarrar a las personas.

Para poder entender como fuimos atrapados en esta tela de araña hay que comprender la situación. Entender lo que es el control mental no es fácil, es complejo, en él hay muchos detalles, muchos enrevesamientos, dados y dosificados a lo largo de los años.

Entiendo que la manipulación, o más bien, perversión, de los aspectos ontológicos, metafísicos o espirituales tienen un poder destructivo enorme. Mucho más que los aspectos morales, la perversión de la religión o de tradiciones espirituales conlleva propiamente una catástrofe de fatales consecuencias para la libertad del individuo. Si a esto unimos, el tema fuertemente moral de la secta, explicado en las entradas de los retiros espirituales, y la importantísima referencia de los lamas budistas como sus maestros, más el apoyo que estos les dieron, tenemos un cóctel destructivo de proporciones impensables para cualquier persona que nunca haya estado en una secta.

La religión puede ser una bomba atómica mental cuando es utilizada por un perverso maquiavélico. Por eso este tipo de perfiles, que son básicamente maltratadores, van un paso más allá en su destructividad que un astuto maltratador narcisista. Se parecen mucho, pero él líder sectario tiene un elemento más, la religión, y con ella puede salirse en su manipulación de los ámbitos de la personalidad solamente, abarcando la futura vida, que será horrible y condenada si no sigues las reglas y preceptos del camino o linaje.

Los terribles condicionamientos que ello provoca, son muy difíciles de superar. Y él salir de ello inevitablemente te lleva a unos terrenos de auténtico vacío y de la nada, explicados en otras entradas del blog. La aniquilación del Ser es aparentemente total, si abandonas el camino, y necesariamente la víctima al final tiene que encontrar respuestas más allá de lo psicológico, al menos en mi caso fue así. Y una de las causas de ello fueron estas enseñanzas más allá de lo moral, y que simplemente se ocupaban de la salvación del alma. Y que por tanto abarcaban un terreno mas extenso, el del Ser, la realidad última más allá de lo que es la salvación que tiene en sí misma todavía la individualidad y por tanto el requisito de acercarse lo más posible a una pureza interior.

Cuando el líder utilizaba enseñanzas "metafísicas" iba más allá de lo simplemente moral y de los temas concernientes al pecado. Prácticamente no seguir el dharma implicaba auto-desaparecer.

Con el tema budista de la vacuidad hizo también lo mismo. Me acuerdo que el día que le dije que todo me parecía como un sueño, capítulo 100ª la apertura del tercer ojo de mi mente, el líder me habló de que la vida era triste. Los árboles, las plantas, los fenómenos tenían una tristeza en sí mismos. Ellos intentaban ser y solo podían existir en un esfuerzo por ser, los fenómenos y seres al final solo eran como ilusiones, para al final morir. 
Existir es eso, es ser pero por otras causas, no tener la existencia por derecho propio. Nacemos por causas, no controlamos nada realmente, nuestro cuerpo crece solo y no elegimos nuestro nacimiento ni nuestra muerte. Existir es algo "condicionado", y esto es verdad. Por eso es tan peligroso cuando un perverso accede a estas enseñanzas más profundas. Él es el menos indicado para hablar de esto, caído en los vicios y la maldad demuestra tener unos engaños e ilusiones muy grandes. Y por eso este tipo de enseñanzas espirituales hacen tan daño en manos de un perverso.

Aquella tristeza de los fenómenos, me produjo una gran melancolía, y muchos años estuve viendo si había tristeza en las cosas, que sabía perfectamente que era impermanentes y pasajeras. Es lo que pasa con estas enseñanzas de la vacuidad mal utilizadas, al ser sacadas de contexto y bajo la visión perturbada y desviada de un perverso, adquieren una gran tristeza y llevan a ese aislamiento del mundo y las cosas buenas de la vida que el líder buscaba para todos.
Este tipo de cosas mal dadas omiten los aspectos de la alegría de vivir y de que en el fondo, aunque las cosas sean impermanentes hay una realidad y gozo presentes. Forma es vacuidad, vacuidad es forma, como enseñan los budistas. Dios también está presente en todo, si no, todo sería nihilismo puro y duro...pero que curioso, al final si algo sentí fue ese nihilismo de la nada, sobre todo al salir de allí. Pues es la mente del líder y su proyección lo que lo mancillaba todo, quizás por eso sé, que está en los abismos de la nada, en esas tinieblas exteriores en las que se puede caer, en esa ilusión que es el mal...en esa verdadera irrealidad, es la mente de abismo de un perverso un misterio de iniquidad para mí.

Inevitablemente todo este cóctel explosivo de años de moral y enseñanzas "metáfisicas" me llevaron a la depresión, demasiada tristeza y pocas ganas de vivir.