miércoles
91ª Como era yo antes de entrar en la secta y "El agujero en mi cuerpo sutil" según el líder.
Cuando llegué a la secta mi personalidad real estaba aún sin formarse. Unas malas relaciones familiares (des-estructuración) y sentimentales del pasado habían contribuido a eso. Como un toro el cual había sido sangrado en una plaza así llegué yo cuando conocí al falso guru. No estaba al cien por cien, aunque era alegre y tenía energía para estudiar y entrenar.
Según la gente que me conocía, y me han dicho al tiempo, era un muchacho alegre, que trasmitía paz, con energía y con una visión de la vida bastante rompedora y graciosa. Yo sé que pasaba ya por cuadros de tristeza y melancolía, la realidad externa me afectaba y el mundo convencional y muy materialista nunca llegó a convencerme. Pero, ojo, tenía ganas de vivir y hacía proyectos. Era una persona con altibajos como todo el mundo...
Tenía como todos mis cosas buenas y malas, mis altruismos e intereses egoístas. Muchos de estos al entrar en la secta serían completamente deformados en la labor de culpabilización y destrucción de mi personalidad real.
Con todo esto vengo a decir que tenía puntos débiles y la muralla de mi personalidad tenía brechas y accesos vulnerables que me ponían, sin yo saberlo, en una situación de peligro.
Pero, ¿que muchacho no pasa por una crisis?.
El verdadero problema fue en que en esa etapa se cruzó en mi vida un psicópata y toda su manifestación mental externa, que no es ni más ni menos que LA SECTA. Y cualquier momento de vulnerabilidad es aprovechado por estos mierdas que dilapidaron su vida en destruir a los demás. "Hundir para flotar" es su verdadera máxima oculta bajo ese manto de asquerosa hipocresía.
Y ahora voy al siguiente tema de este capítulo que tiene que ver con lo primero.
En una entrevista, en la etapa temprana, el líder me dijo mientras se ponía como que lo veía a nivel sutil, que yo tenía un agujero en mi cuerpo sutil donde se escapaba la energía. Dijo que utilizó para verlo una técnica aprendida de los chamanes y la corriente está del Castaneda que estaba tan de moda en aquellos años y de la que yo ya me había leído algunos libros, ahí teníamos una de las famosas conexiones entre nosotros.
También me dijo un tiempo después que había perdido mi identidad debido sobretodo a no haberme integrado en la modernidad. Todo ello era claro que te hacía sentir al menos bueno en algo, no es que me subiera, me emocionaba interiormente el no haber metido mucho la pata pues es verdad que yo sabía que había cosas del mundo que no me gustaban ni aprobaba.
¡Que hijo de puta!, la identidad verdaderamente la perdí allí y por su culpa. El tío vio estas vulnerabilidades en mi desarrollo personal y estudió mis gustos por lo invisible y experiencias extrañas. Y después con ese material fue elaborando su amarre haciéndome sentir mejor mientras al mismo tiempo maquinaba mi propia destrucción. Todo fue sacado de contexto y exagerado. Por eso cuando alguna vez gente joven de la universidad en las clases que he ido como testimonio de las sectas me preguntan: ¿pero tú como eras?, yo les digo: Era como vosotros...como vosotros. ¿Quien no tiene sueños?, experiencias, ilusiones, desengaños, complejos, alegrías...No existe una causa en ti propiamente dicha para entrar en una secta. Así que cuidado, cuidado con estas cosas.
Quien quiere encontrar puntos débiles los encuentra...¡OJO!
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