lunes

100 ª La Apertura del Tercer Ojo de mi Mente.


Bueno estos días he estado recordando cosas de mis años sectarios. En concreto este episodio sectario pertenece a lo que para mí son los años de captación, o sea el principio cuando el centro era "budista".

Resulta que en una de aquellas entrevistas que todos solíamos tener al principio después de las enseñanzas de los viernes le conté al líder una cosa que me estaba pasando. Me ocurría que las cosas cotidianas parecían ser ilusiones, eran como un sueño. Todo me parecía cubierto por la impermanencia, y no tenía esa substancialidad que solía tener antes.

El líder me dijo que eso era muy bueno: se me estaba abriendo el tercer ojo de la mente*. Así según él era más fácil desapegarse del mundo, pues realmente era una ilusión. Me dio el consejo de cuando viera un mercado, el ajetreo de la calle o cualquier cosa, siguiera viendo su insubtancialidad, su ilusión.

Iluso de mí, yo estaba un poco emocionado. ¡Había alcanzado cierto nivel!. Mi meditación diaria en silencio de 25 minutos estaba dando resultado.

Que lejos quedó todo eso con lo que me cayó después: hombre moderno y débil, vanidoso, caído en el abismo del pecado y que sin su ayuda no podría escapar del abismo...

Nunca mas se volvió a hablar del tercer ojo abriéndose en mi mente: era solo una trampa y él utilizó mi ego para incentivar y amarrarme en la secta. Vaya fiasco.



*el mito del tercer ojo era muy utilizado en aquellos años en parte por la literatura fantástica de corte oriental y budista de Lobsang Rampa, que curiosamente yo había leído de más joven.

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