lunes

66ª El paraíso de la Huríes.



Este hecho ocurrió muchos años antes de que me fuera. Así que ahora mi mente da un salto hacia atrás para recordar un capítulo que me ha hecho pensar y sacar algunas conclusiones.

Resulta que un día el líder nos llamó para quedar a hablar con Roldán y conmigo en una tetería del centro de la ciudad.

Bueno, ese día las calles estaban muy llenas de gente por el centro y yo me lié con la tetería y llevé a Roldán a otra, no a la que dijo el líder.

Cuando entró por la puerta, llegando tarde por eso, me acuerdo que venía bastante airado. Bilioso como solía estar cuando algo iba mal.
Y me gritó, ¡pero no te dije que era la otra, la de la otra calle!.

Bueno yo me quede todo serio, mirándolo, y el líder noto algo. A su manera se disculpó y como compensación de forma apresurada me transmitió el mantra Om Mani Peme Hung budista. Yo notaba algo raro y me di cuenta que era una manera suya de arreglar el entuerto.

En este primer hecho, después pasaré a lo de las Huríes, creo que él se dio cuenta por mi reacción de que el camino agresivo no le iba a funcionar ( con otros y otras si lo hacía, pegaba a las mujeres por lo visto). Y esto lo digo por su manera de arreglarlo todo, la desestabilización no le salió bien y simplemente cambió de estrategia. Es más, yo se que eso no funciona nunca conmigo, me suele pasar que en situaciones así no reacciono al principio pero después me obsesiono con el tema y me pongo en plan cabezota, y si veo la ocasión voy a por la persona incluso a pelear, ya me ha pasado alguna vez en otras ocasiones y fuera de la secta. 

El líder se dio cuenta, y esto me lleva otra vez al tema de que se puede manipular de muchas maneras y no siempre tienen que ser agresivas y de forma "directa". Por eso intentó darme el mantra, y digo "intentó" porque sus trasmisiones no tienen validez ninguna, de hecho el mismo mantra he tenido que pedirlo en trasmisión a un lama de verdad porque quería tenerlo para rezar por los seres, incluidos los animales.

Bueno ahora paso al otro tema. Resulta que después de la bronca y el amaño (que quieras o no algo malo dejó), el líder paso a hablarnos del paraíso y lo maravilloso que era. Allí nos esperarían si practicábamos bien las Huríes unas mujeres maravillosas a las que no ha tocado ningún hombre. Con ellas nos fundiríamos en el amor.

Y lo que pasa, es que cuando nos trasmitía eso, yo no notaba que tenía nada que ver con el sexo y la "genitalidad", ni mucho menos con las posesión de la relaciones basadas en la carne y el apego. Todo era muy puro.
Lo paradójico de todo esto, y háganse cuenta de lo que es la hipocresía, es que el líder abusaba sexualmente todos los días de la mujeres, incluidas menores. ¿Que tiene eso que ver con la pureza del paraíso sublimado?...nada.

Pero el tema de la Huríes no cuajó mucho en mi.

Evidentemente además del placer de auto-engañarse creyéndose puro y santo, el tema ese estaba enfocado a que pensando en mujeres "idealizadas" nos olvidásemos de buscar novia, su gran obsesión.

Yo sabía perfectamente que ese no podía ser un deseo, el de tener Huríes, que me librasen del apego y la lujuria o llevasen al cielo. Es más, pensaba que solo cuando se supera la lujuria ( es decir, dejar de ver a la mujer como un objeto de placer para utilizar y rebajar así su condición) a lo mejor aparece el paraíso, que está en nuestra mente, y a lo mejor hay Huríes como manifestación de lo divino de forma femenina, con Huríes o sin ellas, todo es sin lujuria. Así que para que pensar tanto en eso de la Huríes.

Veía muy lejos todo eso y no era muy práctico para mi. Fue quizás bonito, al menos no habló ese día de abominaciones, pecados y cosas así. Aunque claro está, eso fue algo muy temprano en la secta...y como dije en otra ocasión, se trata de de tirar y aflojar la cuerda de la dependencia para que así haya enganches permanentes con él.

Extraño es que una persona caída en las formas peores de la lujuria hable de las Huríes, desde luego si ellas existieran, llorarían y aborrecerían mucho los pecados cometidos por un hombre tan abominable. 

La lujuria es mala, y que nadie piense, que con esos pensamientos separativos e impuros va a llegar a estar con algo así. Es lo que pasa cuando se lee demasiado de otras tradiciones dejando de ocuparse uno mismo de su propia mente. No nos engañemos con estas cosas...la batalla está en uno mismo, el Dragón esta en nuestro interior guardando un tesoro...¿te atreves a mirarlo, a mirarte en el espejo?. El líder nunca lo hizo...













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