"La diferencia entre un hombre común y corriente y un guerrero es que el guerrero lo acepta todo como un desafío, mientras que el hombre corriente lo toma todo como una bendición o una maldición"
Warren Bennis
Por aquellos años "budistas" también el tema de las artes marciales en mi caso al principio estaba patente. Yo ya practicaba antes de entrar allí deportes de lucha. El líder insistía mucho en como debía ser la mente del guerrero.
Me acuerdo que me prestó para que viera imperiosamente películas de video de artes marciales. Pero yo le dije que no tenía reproductor de video, así que en esa semana acompañado por el señor C me dijo que me comprase un aparato de video. Las películas tenía que verlas en mi casa si o si.
Así que me compre el reproductor que por cierto solo lo utilicé para ese fin pues ya ese formato no se llevaba, y está por ahí arrumbado muerto de risa.
Al mismo tiempo me fue prestando un montón de revistas de artes marciales para mi entrenamiento de guerrero.
Unido además a una práctica en la meditación diaria, donde tenía que visualizar mi propia muerte durante un rato e imaginarla de maneras distintas cada vez que la hacía: de manera muy vívida, me decía.
Asociado a esto de los guerreros estaba que debía de estar solo, sin buscar mujeres y sin apoyarme en nadie. Como iba a luchar un guerrero después de salir de los placeres de la tienda (refiriéndose a los indios americanos que según él renunciaban al sexo antes de cada batalla).
Así que entre pecho y espalda me metí un buen lote de revistas, películas y sobre todo ideas de guerreros, hazañas, dureza, desapego...también la idea de deber por encima de la persona, un guerrero debía obedecer a sus superiores con desapego a su propia vida.
El me prometió un proyecto muy bello de artes marciales, y como no, nunca se llegó a hacer. Además de decirme que era guerrero en alguna ocasión: no sabes acaso diferenciar entre un pitbull y un caniche, me decía, arguyendo que yo era de tipo pitbull, o sea un hombre con tendencias guerreras.
Todo esto del guerrero estuvo rondando mucho tiempo en mi cabeza hasta que un día me dijo que era artesano y que claramente esa era mi casta, cosa que me descolocó mucho, pues tenía entendido por algo que hablamos que era ambas cosas, ya que hay guerreros que hacen cosas artísticas. Pero eso será motivo de otros capítulos, porque es clave para entender algunas cosas. El sistema de castas que mas adelante se implantaría estaba ya tomando forma e incluso esto del guerrero sería el detonante de un enfrentamiento verbal futuro que tendríamos él y yo, cara a cara. Pero eso ocurría años después y poco tiempo antes de que me marchase de allí.
Con esto conseguía varías cosas a mi entender cuando he ido comprendiendo que pasaba allí dentro:
- Aislarme de las mujeres, muy importante.
- Olvidarme más de mi vida y mis gustos (imaginar mi muerte diariamente), que carecen de importancia si sabes que estas dispuesto a morir siempre.
-Inculcarme de que el deber está por encima de todo y sobre todo de mis caprichos, apetencias, gustos....
- Desestabilizarme en un futuro, cuando me cambiase de rol, así ya no sabes quien eres, pues siempre estás cambiando.
En fin, por sino era poco con la enseñanzas, el consejo, la llamada, los retiros...se unía lo del guerrero, y así mi vida se lleno de samurais, de caballeros andantes y de historias de hombres valerosos.
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