"No trepes muy alto, que quizás la caída sea mas fuerte"
Refrán
El señor C es una manera de llamar a un "discípulo" con el cuál tuve mucho trato dentro del grupo. Actualmente sigue dentro de la secta.
¿Quien era el señor C? Pues uno de los miembros más antiguos, uno de los primeros seguidores del líder.
Era un hombre para mi bastante observador y con una tendencia muy grande a la crítica. Él se reconocía como una persona sarcástica y solía dar punzadas cuando se metía con alguien. El lo llamaba "tocar en la heridita", y la verdad que eso no me gustaba mucho.
Yo le veía dos días a las semana y le ayudaba en tareas que solía tener encomendadas por "su maestro".
Al principio era desagradable para mi el quedar con él, por la razón de que siempre estaba haciendo una apología en contra de la mujer moderna y era un persona que te desanimaba constantemente. El mundo es malo y la mujer, todo estaba mal y al final lo único que te quedaba en la mente era que al estar todo perdido lo único importante era la práctica espiritual y los proyectos del grupo.
Siempre salía después de estar allí con esa desgana por los asuntos de fuera, pero después me recuperaba y volvía a mi vida.
El tema con el señor C se llegó a poner difícil, empecé a notar cierta burla y desprecio por parte de él, incluso me llamó "nene que necesitaba biberón", por ese hecho que fue la gota que colmo el vaso, me fui a pegarle pero me detuve al final porque estábamos en uno de los sitios "sagrados" de la secta. Después me quejé y me alteré bastante y el líder me apartó de su compañía, creo que tardé un año en volver.
Pasó el tiempo de la peor fase del señor C, que me pidió perdón y yo le perdoné. La verdad que él cambió, dejó su sarcasmo y la burla. El señor C ya no era tan malo, hasta me parecía muchas veces mejor que yo, trabajaba más, obedecía más y había renunciado a muchas más cosas que yo en pro del "linaje" y su "maestro".
Después le llegó una época muy dura, el líder le acusó de perverso narcisista e hipócrita, le prohibió el saludo por parte de los otros, y ya no podía comer junto a sus compañeros de piso que también pertenecían a la secta. Yo no podía creerme que era un perverso narcisista y sufrí mucho al ver que lo era y me había engañado con su hipocresía. El señor C pasó a ser una autentica basura de persona, era malo, hipócrita, torpe y también feo, según el líder su enorme cabeza era debida a su maldad.
¿Porqué creo que ocurrió todo esto?. Pienso que el señor C siempre ha sido un elemento muy útil en los planes del líder. Al principió cumplió una labor proselitista y apologética de las ideas misóginas y sectarias del líder. Cuando dejó de ser útil porque quizás se le estaba yendo de la manos al líder, lo hundió en la miseria. Es un plan magistral de manipulación porque eso daba poder y credibilidad al "pobre" líder (que también era su víctima) y gracias a él y su poder de "maestro" hasta el señor C dejaba su maldad.
El pobre señor C, siempre ha sido un currante, mejor o peor, que recordaba siempre los pequeños placeres de ir a un bar y pedirse una tapa, de la comida y de los bares. Todo eso se lo quitaron después y el líder le apartó de todo. Fue un instrumento más del líder y se llegó a creer la historia y sentirse importante; al final como él mismo me dijo, su vida era y siempre ha sido una mierda.
Nadie puede ser importante allí realmente, el único ser "superior" es el líder. Es una buena técnica de manejo de las personas, les das motivos para sentirse especiales: trabajas para un gran proyecto, formas parte de una élite con un enviado, tienes la tarea de "educar" a alguien (en este caso yo), llevas y traes cosas, conoces los entresijos de la secta, las viviendas... todo. Y al final cuando te lo has creído y has cumplido tu función, te hunden en un hoyo.
El señor C aun estará deambulando por ahí y trabajando, sin saber que fue utilizado por alguien mucho más listo que el y que yo. Espero que salgas algún día y vivas tu vida, por mi parte ya te perdoné. Ojalá veas de verdad quien eres y verás que ni eres tan malo ni tampoco tan bueno, eres como todos, y nadie tiene derecho a quitarte tu libertad de elección, la libertad que Dios nos dio a todas sus criaturas.
El señor C cada vez fue a menos, como todos allí. En una secta destructiva subes y bajas como en una montaña rusa, hoy eres una persona especial y buena, mañana eres una basura pecadora.
Al señor C también le apartó de su "novia", era según el líder, incompatible tener pareja para él porque no tenía mente para llevar la practica espiritual y novia a la vez. También y esto me lo dijo el propio señor C, porque la vida social que llevaba con ella era incompatible.
El señor C fue castigado muchas veces, cada vez que "caía" en el orgullo, se le encerraba en la casa a escuchar cintas de doctrina grabadas por el "líder", el líder le dio latigazos por su maldad, se le prohibía comer mucho y el beber alcohol (muchas veces hablábamos de bebidas y comidas...jeje). De ser una persona "con tendencias guerreras pero difuminadas por su carácter artesanal" (según líder) y que necesitaba un carácter fuerte para enfrentarse al mundo, pasó a ser un siervo, porque como ya veremos se implantó un sistema de castas dentro de la secta.
En otro capítulo trataré sobre el sistema de castas, una locura más, dentro de lo que poco a poco se fue convirtiendo en un auténtico delirio.
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